La serigrafía es una técnica de impresión en bastantes superficies
en nuestro caso la tela.

Para hacerlo primero se necesitamos es un diseño: puede ser a mano o ahora digital, ese diseño se imprime en una Lamina de acetato, que es lo que se usa para preparar el Shablon.
El Shablon es un marco normalmente de madera con una malla tensada,
Esa malla se cubre con una emulsión fotosensible, una pasta que se pone en la pantalla y tiene que ser en la oscuridad porque el proceso es sensible a la luz.
Después se pone el Shablon con la lámina (en la que está el diseño) en exposición a luz ultravioleta (UV), una lampara especial que endurece la emulsión en todo el shablon menos donde esta el diseño (esa parte se queda blanda y lista para lavarse)
Cuando el Shablon está seco y listo se pone sobre la remera.
Usamos una Rasqueta de goma para pasar la tinta a presión sobre el Shablon. La tinta solo pasa por donde la emulsión fue lavada.
y así el estampado queda sobre la tela.

EL PASO DE LA SERIGRAFÍA A TRAVÉS DEL TIEMPO
Y SU RELACION CON EL PUNK
La técnica llegó fuerte al país entre los ’50 y los ‘60.
traída por la industria gráfica y la publicidad. Se usaba para imprimir afiches, etiquetas, cajas, carteles.
Pero también empezó a meterse en los gremios y los movimientos sociales,
que la usaban para imprimir volantes, banderas y afiches políticos con recursos caseros.

Pero también empezó a meterse en los gremios y los movimientos sociales,
que la usaban para imprimir volantes, banderas y afiches políticos con recursos caseros.
LA DICTADURA DEL 76:
todo se jodio
dictadura militar, desapariciones, censura, persecución.
El 24 de marzo de 1976, las Fuerzas Armadas tomaron el poder por la fuerza. Lo llamaron “Proceso de Reorganización Nacional”, pero fue una limpieza ideológica brutal.
¿El objetivo? Borrar del mapa a cualquier persona que tenga algún pensamiento de oponerse: militantes, artistas, estudiantes, sindicalistas, periodistas, curas, villeros, docentes, pibes que pegaban afiches, o simplemente cualquiera que les pareciera "sospechoso".
La represión era tan jodida que salir con un afiche en la mochila te podía costar la vida. Si llevabas un stencil, un panfleto, o una remera con alguna consigna... estabas marcado.
Las patotas actuaban sin ley. Los vecinos no denunciaban por miedo. Los padres quemaban libros en los patios. La autocensura era parte del día a día.

En ese contexto, hacer serigrafía era un acto de resistencia casi suicida. Algunos colectivos políticos y artistas urbanos en talleres armados en sus propias casas jugando sus vidas usaban la serigrafía de forma clandestina para dejar mensajes en las calles así nacían los afiches militantes, las consignas de lucha que se pegaban de noche y se arrancaban al amanecer.
Sin firma, sin cara ni representantes, pero con un mensaje muy claro.
y después de mucha lucha, al final de la década dejarían todo listo y darían paso para la próxima generación.
LOS 80´s :EXPLOTA EL UNDER
Con la vuelta de la democracia en el '83, el punk argentino sale del subsuelo, y con él, la serigrafía se convierte en el medio favorito del "DIY" (hacelo vos mismo).
Cuando volvió la democracia, no fue un carnaval de libertad total. Costó años reconstruir redes, confianza, espacios culturales. Muchos artistas, militantes y talleristas que sobrevivieron a la dictadura volvieron a estampar y a hacer ruido.
Bandas como Los Violadores, Flema y Ataque 77 en sus comienzos y cientos de bandas del under empezaron a hacer sus propias remeras, afiches y parches con serigrafía casera.



Se tocaba en clubes que se caían a pedazos, en plazas, en centros culturales okupados, en patios de casas.
La serigrafía volvió a ser arma. Los fanzines eran fotocopiados hasta que se rompía la máquina. todo era palabra, cuerpo y presencia.
No había guita, pero sí un hambre de identidad y ruido. Las remeras se estampaban en la cocina, sobre la mesa donde se comía.
LOS 90´s : Menem, pizza con champagne y miseria para el pueblo.
El menemismo, el neoliberalismo salvaje, la privatización de TODO, la televisión estupidizante, el desempleo galopante, y la pobreza a gritos. El país se llenaba de shoppings, celulares con tapa y noticieros vendiendo paz y consumo.
En esta década El punk dobla la apuesta y La serigrafía se vuelve esencial en los centros culturales, casas okupas, ferias alternativas y recitales autogestionados. sin jefes, sin intermediarios y sin marcas garcas.

la privatización de todo, el desempleo, la desesperanza. Mientras te querían vender el sueño del shopping y el dólar barato, el país se prendía fuego. Y ahí, la serigrafía seguía remándola como herramienta de subsistencia y protesta.
Nacieron y explotaron en popularidad aun mas Bandas del medio como:2 Minutos, Katarro Vandáliko, Cadena Perpetua, Fun People y mil más


Mientras muchos “alternativos” se pasaban al indie o al rock de estadio, el punk se fue al subsuelo, a lo más profundo, a las barriadas, a los suburbios, donde las drogas y la miseria empezaban a hacer estragos.

LOS 2000: EL AGITE EMPEZÓ A CAMBIAR
Entraban los 2000 y Argentina en el Default de siempre: cacerolazos, corralitos, saqueos, represión, muertos en la calle. Y el punk seguía ahí, en los márgenes de la escena.
En los 80 era novedad y respuesta a la dictadura.
En los 90 fue identidad barrial, odio al sistema, voz de lo urbano.
Pero en los 2000, el mapa se fragmentó.
Los pibes ya no se vestían todos con parches y tachas.
Los pógos se mezclaban con otras movidas.
El punk se diluyó entre varias subculturas.
Con el nuevo milenio y el avance de internet, aparecieron otras Tribus urbanas que empezaron a competir por el espacio que el punk y el rock habían sostenido durante décadas:

El emo/screamo: sensibilidad oscura, flequillo, MySpace, autodestrucción menos política y más emocional.

El metalcore/post-hardcore: más técnica, más gritos calculados, más bandas con sonido yankee.

El rap y el hip hop: con letras sociales, combativas, pero con otros códigos.
El reggae/rock mestizo: mezcla de protesta, fiesta y paz, mucho más popular.
El indie argentino empieza a crecer, con una estética más “cool” y menos callejera.
también el cuarteto, la cumbia villera y el reggaetón empiezan a instalarse como cultura real de barrio, ocupando espacios que el punk ya no habitaba.
ACTUALIDAD
Lo que antes fue herramienta de expresión, de lucha, de autogestión pura, hoy está casi secuestrada por las empresas y las marcas sin alma. La serigrafía se volvió una línea de montaje.
Y lo peor: se vació de contenido.
Hoy la mayoría de las "serigrafías" que ves en la calle salen de talleres automatizados, con brazos robóticos, prensas neumáticas, pantallas hechas en serie y operarios que ni saben qué están imprimiendo. Estampan diseños genéricos, sin historia, sin mensaje, solo para llenar locales.
El mercado mató parte del alma de la serigrafía. Las grandes marcas la usan porque es barata, rápida y permite tiradas masivas.
Y en ese apuro por hacer todo en serie, se fue perdiendo la pasión, los errores y la lucha. Hoy muchos ni saben qué carajo es una emulsión, o cómo se usa un Sablón. Porque mandan el archivo a imprimir y listo. Sin mancharse, sin comprometerse.
Todavía quedan algunos locos hermosos, colectivos, talleres independientes, que siguen usando la serigrafía como se hacía, como herramienta de autogestión pura. Seguimos manchando mesas, limpiando marcos con virulana, y cagándonos en el diseño minimalista sin alma.
Pero somos pocos. Y cada vez menos. Porque ahora lo que se impone es el mercado, es la rapidez, el “branding” el “packaging” y Todo lo que el under siempre odió.